La gestación subrogada, también conocida como vientre de alquiler, consiste en la implantación de un embrión en una mujer que gesta al bebé, el cual después del parto es entregado a una pareja o individuo. Es posible que se realice de múltiples maneras. Los dos gametos (el óvulo y los espermatozoides) pueden provenir de quienes posteriormente se quedarán con el bebé; uno de los dos proporciona un gameto y el otro proviene de un donante; los dos proceden de donantes; o, incluso, uno de ellos puede pertenecer a la madre gestante.
«Cultura de la muerte» Del mismo modo, el jefe de la Iglesia católica lamentó la creciente difusión, fundamentalmente en Occidente, «de una cultura de la muerte que, en nombre de una falsa compasión, descarta a los niños, los ancianos y los enfermos», y enfatizó que, «en cada momento de su existencia, la vida humana debe ser preservada y tutelada».
El peligro de las colonizaciones ideológicas Asimismo, Francisco defendió que la ideología de género resulta un tipo de «colonización ideológica» que provoca «heridas y divisiones entre los Estados, en lugar de favorecer la construcción de la paz».
«Desgraciadamente, los intentos que se han producido en las últimas décadas de introducir nuevos derechos, no del todo compatibles respecto a los definidos originalmente [en la Declaración Universal de los Derechos Humanos] y no siempre aceptables, han dado lugar a colonizaciones ideológicas, entre las que ocupa un lugar central la teoría de género, que es extremadamente peligrosa porque borra las diferencias en su pretensión de igualar a todos».