El Gobierno de Venezuela acusa al Departamento de Estado de EE.UU. de defender a los «operadores criminales», que han sido detenidos por su presunta participación en varias conspiraciones y planes magnicidas contra el presidente Nicolás Maduro.«La defensa que el Departamento de Estado hace de estos actores criminales pretende convertir sicarios, terroristas y golpistas en víctimas», dice un comunicado emitido por la Cancillería venezolana el pasado sábado.
El documento da respuesta al portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, quien calificó la detención de dos dirigentes del partido Vente Venezuela, fundado por la dirigente de ultraderecha María Corina Machado, como una «escalada de represión contra los partidos de oposición».
A pesar de que los dos dirigentes fueron detenidos por su presunta vinculación con planes desestabilizadores contra Maduro, Washington demostró la medida al considerar que socava «la posibilidad de elecciones competitivas».
Por el contrario, Caracas denuncia que los factores extremistas de la oposición venezolana «han pretendido crear un nuevo ambiente de violencia política» en el contexto electoral.
En su escrito, la Cancillería venezolana repudia la «práctica de presentar a los responsables de estos hechos como perseguidos políticos» y rechaza la persecución de Washington, a través de la imposición de «sanciones criminales» contra Caracas y el acogimiento de «violentos de la extrema derecha venezolana», que tienen procesos judiciales abiertos en su país de origen.
La semana pasada, los gobiernos de varios países como Argentina, Chile, Uruguay y EE.UU. criticaron las actuaciones de la Justicia venezolana, que ha desarticulado entre 2023 y 2024 al menos siete tramas conspirativas, que han culminado en la detención de una treintena de personas.