El turismo en España sigue batiendo récords, pero los últimos datos muestran un panorama desigual entre las diferentes regiones del país. Mientras el norte de España experimenta un notable crecimiento en el número de visitantes, el sur enfrenta un descenso preocupante, especialmente en sus provincias más turísticas.
Según datos del INE recogidos por La Vanguardia, en julio de este año, A Coruña, Lugo, Asturias y Vizcaya han registrado un aumento significativo de turistas, con un notable impulso del ámbito nacional. Este auge contrasta con la situación en Andalucía, donde la mayoría de las regiones han visto una reducción, siendo Málaga y Cádiz las más afectadas.
Para que se hagan una idea, a excepción de Jaén, todas las provincias andaluzas han recibido menos turistas en sus hoteles en comparación con el año anterior. Cádiz, por ejemplo, ha experimentado una caída del 10% en julio. Aunque el sector extrahotelero ha ayudado a amortiguar esta disminución, no ha sido suficiente para revertir la tendencia negativa.
En contraste, el norte de España ha captado la atención de un número creciente de turistas españoles. La profesora Mercedes Jiménez, de la Universidad de Cádiz, opina que “son destinos menos masificados y temperaturas más suaves, más agradables. Eso ha podido atraer parte del turismo que antes iba a Andalucía”.
La diferencia entre el norte y el sur también se refleja en la afluencia de extranjeros. Mientras que Asturias ha logrado atraer a más turistas nacionales que Málaga en julio, otras como Vizcaya y Guipúzcoa han visto un incremento en el número de visitantes internacionales.
Este cambio en las dinámicas turísticas podría estar influido por la pandemia, que ha alterado las preferencias de los viajeros, huyendo de los puntos más masificados. Jiménez advierte que es demasiado pronto para determinar si este fenómeno es temporal o si representa una nueva tendencia a largo plazo. Aun así, los datos sugieren que las regiones del Cantábrico se están consolidando como un destino cada vez más prioritario.