Reino Unido indemnizará a las víctimas del escándalo de la sangre infectada
Un informe reveló esta semana que el Gobierno y el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido ocultaron la verdad sobre un escándalo de transfusiones de sangre contaminada que, entre la década de 1970 y principios de 1990, provocó que más de 30.000 personas contrajeran VIH y hepatitis C, así como también destruyeron de forma deliberada documentos al respecto.
Se calcula que hasta la fecha los contagios causaron la muerte de una de cada diez víctimas, mientras que otras, que llevan décadas haciendo campaña para reclamar justicia, sufren secuelas de por vida en su salud. Así, ya han muerto unas 3.000 personas infectadas.
Tras reconocer que había personas que «seguían muriendo cada semana a causa de dichas infecciones» y que algunas temen no vivir hasta recibir la indemnización, Glen prometió que, antes de que se establezca el plan completo, se efectuarán en un plazo de 90 días pagos de 210.000 libras (unos 267.000 dólares) a los beneficiarios infectados vivos para que el dinero «pueda llegar a quienes lo necesitan con tanta urgencia».
El primer ministro, Rishi Sunak, declaró el lunes «día de vergüenza para el Estado británico» al pedir perdón por los fallos de los sucesivos gobiernos en relación con el escándalo.