Por qué las pastillas antivirales COVID podrían cambiar el futuro de la pandemia, según un experto de Harvard
Reducen la hospitalización y además cada paciente puede tomarlas en su casa. El director del área terapéutica de la Escuela de Medicina de Harvard las consideró “un factor de cambio pandémico”.
Con diferencia de pocos días,dos medicamentospara tratar la enfermedad COVID-19 y evitar en gran medida las hospitalizaciones que lleven a la muerte fueron anunciados por la comunidad científica.Fármacos como molnupiravir y Paxlovid podrían cambiar el curso de la pandemia si avanzan en los ensayos clínicos y empiezan a distribuirse masivamente.
Ahora, los expertos deHarvarden terapéutica médica dicen que el desarrollo reciente depastillas para tratar COVID-19 puede convertirse en un factor de cambio pandémicopor una sencilla razón:cuando el asunto es tratar la dolencia, cuanto antes, mejor.
ParaMark Namchuk,director ejecutivo de laIniciativa Terapéutica de la Escuela de Medicina de Harvard,las pastillas antiviralestienen algunas ventajas claras sobre los tratamientos existentes(el Remdesivir y un otras terapias con anticuerpos) porque, en comparación,son fáciles de transportar, almacenar y administrar.Los otros tratamientos deben administrarse por vía intravenosa y se han reservado en gran medida para que los usen los pacientes más enfermos confinados en instalaciones médicas al final de la evolución de su enfermedad.
Namchukdijo quesuponiendo que las píldoras estén ampliamente disponibles, se pueden recetar poco después de que los síntomas comiencen en el hogar,y no se requiere nada más para administrarlas más allá de posiblemente un vaso de agua. “Ambos son orales, por lo quees mucho más fácil distribuirlos a las personas al comienzo de su enfermedad y hacerlos más accesibles”,aseveró en diálogo conThe Harvard Gazette, Namchuk, profesor de práctica de química biológica y farmacología molecular. “La eficacia es muy alentadora, pero la vía de administración abre la posibilidad de utilizarla de manera más amplia”.
La evaluación se produce después de los informes de la farmacéuticaMerckde que su píldora COVID-19, queactualmente está siendo revisada por los reguladores federales,reduce el riesgo de hospitalización y muerte en un 50%, y luego de los prometedores resultados de la semana pasada dePfizer Inc., que dijo que un estudio de fase 2/3 de su píldora mostró que reduce el riesgo de hospitalización y muerte en un 89%.
Los resultados dePfizerfueron tan prometedores que el estudio se detuvo antes de tiempo, dijo la compañía.Aproximadamente el 1% de los participantes del estudio (6 de 607) fueron hospitalizados y ninguno murió después de 28 días. Eso en comparación con el 6,7% (41 de 612) hospitalizados en el grupo de control, y 10 murieron posteriormente. La compañía tambiénplanea solicitar la autorización de uso de emergencia de la FDA para comercializar la píldora.
Jonathan Abraham, profesor asistente de microbiología y, junto conNamchuk, colíder delGrupo de Trabajo de Terapéutica del Consorcio de Massachusetts sobre la Preparación de Patógenos,dijo quela capacidad de producir en masa una píldora estable y duradera probablemente significará que muchas menos personas terminarán necesitando hospitalización.Esomejorará la protección de los más vulnerables de la sociedad y aliviará la tensión que la pandemia sigue ejerciendosobre el sistema de salud de la nación.
“Este esun cambio de juego desde el punto de vista de poder obtener un antiviral de acción directaen el sistema de una persona lo más rápido posible”, subrayó el experto. Y añadió: “Hubo mucho entusiasmo por losanticuerpos monoclonales,y todavía lo hay, peroel gran problema ha sido la rapidez con la que se pueden administrar.Creo que la biología de estos virus nos enseña quesolo necesitamos poder tratar este tipo de infecciones lo antes posible“.
Abrahamdestacó quela vacunación seguirá siendo una herramienta importante para combatir el virus,al igual que las medidas de salud pública que probablemente seguirán siendo útiles contra cualquier nueva variante que pueda surgir. Sin embargo, agregó queun tratamiento efectivo será una bendición importante para las personas vulnerables,particularmente si alivia los síntomas y reduce la transmisión.
“La clave para mí -continuó el especialista- en términos de la pregunta más importante de cómo esto cambia el panorama de la pandemia es realmentecómo prevenir la transmisión.Y la pregunta más importante es,¿cómo lo estamos haciendo para proteger a nuestras poblaciones más vulnerables, incluidos los ancianos?”.
En la misma línea,Namchuckexplicó quela forma de píldora también significa que, una vez que aumenta la producción, puede tener un gran impacto en partes del mundo que luchan por adquirir dosis de vacunaso cuya falta de infraestructura obstaculiza la distribución de vacunas que necesitan refrigeración profunda para mantener su efectividad.
“La capacidad de poder obteneralgocomo una píldoraque se puede enviar a todas partes, que sea estable a temperatura ambiente, no requiera ninguna intervención complicada, es un próximo paso realmente importante para la pandemia actual”,dijo.
Las píldoras de las dos empresasoperan por diferentes mecanismos.El medicamento de Merck, llamadomolnupiravir,inserta errores en el código genéticodel virus para interrumpir la replicación. El fármaco dePfizer,Paxlovid, es uninhibidor de la proteasa,una clase de fármacos desarrollados en la lucha contraelVIH y la hepatitis Ccon los que hay décadas de experiencia.Paxlovidtambiénataca la capacidad de replicación del SARS-CoV-2,pero al interferir con el proceso por el cual las proteínas importantes en la reproducción se “cortan” de las moléculas precursoras, dejándolas inutilizables por el virus.
Abrahamespeculó quelos medicamentos probablemente necesitarán administrarse con un segundo medicamento que en combinación reduce las posibilidades de que el virus se vuelva resistente a los medicamentos.ParaNamchuk,“el desarrollo de las píldoras ha sido bastante rápido, aunque se ha quedado rezagado que el de las vacunas. El medicamento deMerckse había probado anteriormente para la gripe yPfizeraprovechó su experiencia pasada en la búsqueda de tratamientos para el virus del SARS original”.
Ambas compañías probaron sus medicamentos en adultos de alto riesgo, peroNamchukadvirtió quesi las píldoras están ampliamente disponibles, también podrían usarse junto con las vacunaspara combatir infecciones irruptivas e incluso, si sus perfiles de seguridad son lo suficientemente sólidos para un uso generalizado, como precaución antes de que se desarrollen síntomas entre las personas expuestas al COVID. “Cuando se piensa en el impacto de un medicamento como ese, poder distribuirlo ampliamente y usarlo incluso en pacientes en los que han estado expuestos pero no muestran síntomas, esopodría ser realmente beneficioso”,concluyó.