«No somos víctimas de nadie»: La primera dama de Ecuador causa indignación en las redes por intentar minimizar la violencia machista
Este jueves, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Gobierno de Ecuador lanzó la campaña «De la indignación a la acción», con el objetivo de crear conciencia en la ciudadanía e incentivar a tomar acciones conjuntas para prevenir y erradicar la violencia contra las niñas y mujeres.
Sin embargo, el lanzamiento se vio opacado por el discurso que ofreció María de Lourdes Alcívar, esposa del mandatario, Guillermo Lasso, en ese acto de lanzamiento.
«Yo creo que es un gran día para celebrar a la mujer», aseveró la primera dama, pese a que la fecha no es festiva sino conmemorativa porque recuerda a las tres hermanas Mirabal, asesinadas el 25 de noviembre de 1960 y convertidas en símbolo de la lucha continua para erradicar la violencia contra las mujeres.
Aunque en ese inicio de sus discurso comenzó señalando que «cerca de 70 mujeres fueron asesinadas por violencia de género en los primeros seis meses del 2021» y que esa cifra «debe dolernos», sus siguientes palabras no fueron en favor de las víctimas ni contra el victimario.
«Si dos no pelean, no se dan esas circunstancias, créanme», dijo. La primera dama puso su propio hogar como ejemplo, mientras su esposo se reía: «Nosotros en casa procuramos eso. Si Guillermo está un poco alterado, yo prefiero irme por la derecha y voy a hacer mi vida, me paso feliz, puede ser que me resienta un ratito, pero de ahí regreso y el amor y el perdón es lo primero».
«Pero si en el hogar vivimos en la eterna batalla de hombre, mujer, ‘no, tu me hiciste y nunca perdonar’, entonces nunca vamos a salir de este mismo embrollo y vamos a terminar hiriéndonos y matándonos», agregó.
Más adelante, aunque señaló que las mujeres no debían «callar» ante la violencia, sino «denunciar» a la primera agresión, de inmediato se desdijo aseverando que antes de acudir a las autoridades deberían «tratar de buscar ayuda» psicológica.
«Que no se quede en la denuncia en sí, porque si no se vuelve la indignación contra el otro y no es ese el fundamento de esto», argumentó.
«Si nos dejamos»
«Muchas veces tenemos el afán de pensar que nadie nos comprende, nos volvemos víctimas y es terrible», continúo Alcívar, para luego rematar: «No, mujeres, no somos víctimas de nadie, solo de nosotras mismas si nos dejamos; si nosotras no nos hacemos respetar, nada va a cambiar».
Repitiendo el discurso machista que intenta culpar a las mujeres por las agresiones de las que son víctimas, la primera dama aconsejó «ganarse» el respeto de los hombres teniendo «el valor de decir no». «Yo me acuerdo que mi mami siempre me decía (…) ‘cuidado, ese señor que vino, cuidado, nada de zalamerías'», comentó.
Además, en vez de poner el énfasis en erradicar las conductas violentas de los hombres, insistió en que los padres deben tener «el cuidado siempre» de sus hijas y en que las mujeres sean las únicas responsables de su seguridad.
A ese comentario, añadió: «Hay que tratar así, también, que las niñitas desde chiquitas se cuiden». Para rematar, la primera dama aseguró que «está bien el piropo, pero ya las groserías tampoco».
Las críticas
En las redes sociales, principalmente en Twitter, llovieron las críticas contra el discurso de Alcívar y se posicionó la etiqueta «primera dama».
Algunas le reprocharon por tratar de invalidar «la lucha de tantas», de dar a entender que «la culpable es la mujer si la maltratan» y la señalaron de hablar «desde el privilegio» con «una gran cantidad de sesgos».
Desde la organización feminista Surkuna señalaron que todo lo dicho por la esposa de Lasso «es revictimizante, culpabiliza a las mujeres, desalienta la denuncia y búsqueda de justicia» y, por lo tanto, «abordar con tal ligereza el tema es una vergüenza pública».