Mejorar infraestructuras y servicios, todavía pendientes en zonas francas de RD
Desde 2012, cuando iniciaron los dos períodos de Gobierno de Danilo Medina que deberán concluir el próximo 16 de agosto, el número de parques de zonas francas en operación registró un incremento absoluto de 22, al pasar de 53 a 75 el año pasado, según datos oficiales.
Hasta el cierre de 2019, el número de empresas en operación registró un crecimiento absoluto de 111 (un 19%), al pasar de 584 a 695, según la directora ejecutiva del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE), Luisa Fernández.
La funcionaria resalta la creación de 42,329 nuevos empleos, para un crecimiento acumulado de un 31.5%, al pasar de 134,226 a 176,555 en 2019, cuando entraron 22 nuevas empresas y el número de empleos registró un incremento absoluto de 4,829 (un 3%) respecto al año anterior.
En 2013 operaban en el país 55 parques, con 602 empresas, un total de 18 más que en 2012. La cantidad de puestos de trabajo registró un aumento absoluto de 10,157 (un 7.5%), al pasar de 134,226 a 144,383.
Al años siguiente entraron cinco nuevos parques en operación y cinco empresas, por lo que se crearon 8,959 puestos de trabajo (un 6.2%).
En 2015 se sumaron otros cinco parques que permitieron la entrada de 16 nuevas empresas con 7,915 puestos de trabajo, para un incremento relativo de un 5.16%, según datos del CNZFE.
El número de parques en operación en 2016 aumentó a 68 y entraron en funcionamiento 15 nuevas empresas, totalizando 645, las cuales crearon 1,890 puestos de trabajo (un 1.17%%).
En 2017, entraron tres parques nuevos en operación y 20 empresas, por lo que el número de empleos registró un incremento absoluto de 2,577 (un 2%), totalizando 165,724 puestos de trabajo.
Para 2018, operaban 74 parques, dentro de los cuales funcionan 673 empresas, es decir ocho nuevas. El número de puestos de trabajo registró un aumento absoluto de 6,002 (un 73.62%), al pasar de 165,724 en 2017 a 171,726 empleos.
Salarios
El salario promedio semanal de los empleados de las zonas francas de exportación también experimentó un aumento. Los operarios pasaron de ganar RD$2,175 a la semana, en 2012, a RD$3,232 en 2019, un crecimiento absoluto de RD$1,057 (un 48.6%).
Los técnicos también tuvieron un incremento absoluto en sus salarios de RD$1,888 (un 44.9%), al pasar de RD$ 4,204 en 2012 a RD$6.092, según datos del CNZFE.
Pero para Matías Bosch, presidente de la Fundación Juan Bosch, los salarios que pagan las empresas de zonas francas son tan mínimos, que ni siquiera permiten cubrir los gastos de la canasta básica familiar, por lo que hay una disparidad absoluta entre la productividad de los trabajadores y sus salarios.
“La productividad aumenta cada año, pero los salarios se mantienen en niveles de pobreza o inferiores, cuando lo que corresponde es que ese aumento en la productividad se vea reflejado también en el bienestar económico de los trabajadores, pero no es así y la única forma de obtener más dinero es trabajando horas extras, a un nivel de agotamiento, que se convierte en sobreexplotación”, dijo.
Bosch explicó que para un sector que exportó US$6,263.5 millones el año pasado y que el Estado le exoneró el pago de RD$24,427 millones por concepto de impuestos y los demás privilegios tributarios, no debe pagar salarios más bajos que los del sector no sectorizado.
“Más allá de ver la cantidad de empleos que aporta el sector de zonas francas, se debe observar cuál es la compensación que recibe la sociedad por permitirle a esas empresas operar en el país, porque hasta ahora los salarios que se pagan, condenan a la población a la pobreza”, puntualizó.
Aseguró que el Gobierno entrante debe procurar una mejoría en los salarios de los empleados de zonas francas y, además, hacer cumplir las normas laborales y la justicia fiscal en República Dominicana, para que se trabaje en condiciones justas, con una jornada laboral donde la carga de trabajo no sea “sobrehumana”.
“Porque esas empresas que operan en el país reciben grandes beneficios, pero no puede seguir basándose en impuestos bajos y salarios de miseria. Si quieren competir, deben hacerlo aplicando una competitividad sana ya que, de lo contrario, perjudican al país. Por lo que los gobiernos deben hacer cumplir la ley”, afirmó Bosch.
Desafíos
La directora ejecutiva del CNZFE entiende que mejorar las infraestructuras y eficientizar los servicios representa un reto para República Dominicana. A su entender, la burocracia que persiste en diferentes instituciones del Estado y la baja calidad en otros servicios de apoyo, provocan deficiencias operativas en las zonas francas.
“Para poder romper esas barreras es de suma importancia invertir en la digitalización y simplificación de trámites gubernamentales, así como impulsar mejoras en los servicios locales, como es el caso del transporte de carga y pasajeros”, dijo.
Incrementar vínculos con industriales locales y pequeñas empresas representa otro reto, explicó Fernández, debido a que estudios afirman que el principal obstáculo para aumentar la compra de insumos locales es la baja capacidad que tienen los potenciales suplidores para cumplir con los estándares de calidad requeridos.
En 2018 el monto de las compras ascendió a RD$50,856 millones, lo que representa un crecimiento de 50.1% entre los años 2013 y 2018. “Sin embargo, los componentes locales incorporados a los productos fabricados en zonas francas, apenas representa cerca del 2% del valor de las exportaciones”, lamenta la directora del CNZFE.
Considera que se debe mejorar la oferta educativa básica y universitaria, ya que el sistema de enseñanza dominicano deja fuera todas las especialidades y contenidos requeridos por las empresas de zonas francas, especialmente, si se toma en cuenta el proceso de escalamiento tecnológico y la diversificación de las actividades productivas.
Afirma que la falta de esa mejora incide en una baja productividad laboral del empleado y limita la capacidad del país para atraer industrias que requieran de una mayor tecnología en su producción.
Pese a ello, pondera que el país logró avanzar en la tecnificación de la mano de obra como resultado de la proliferación de actividades de mayor contenido tecnológico. Para 2005, sólo el 15% de los trabajadores de zonas francas se encontraban en puestos técnicos y gerenciales y para el año pasado el 30%.
Fernández resaltó que durante los últimos ocho años, el sector de zonas francas logró una diversificación productiva y exportadora, debido a que 15 años atrás, cerca de la mitad de las exportaciones correspondían a las confecciones textiles.
“Hoy día, aunque siguen teniendo un peso importante, las exportaciones de productos de mayor valor agregado, como equipos médicos y productos eléctricos, han tomado la delantera”, dice.
“También el sector se ha desplazado hacia el renglón de servicios, incluyendo la logística y los call centers. La actividad de servicios ocupa la primera posición en zonas francas, en términos de cantidad de empresas”.
Distribución de los parques
Para el año 2012, cuando empezó la primera gestión de Medina, el 47.2% de los parques se concentraban en la región Norte; un 24.5% en el Distrito Nacional y Santo Domingo; un 17% en la región Sur y un 11.3% en el Este. El 66% era administrado por el sector privado, el 28.3% por el Estado y el 5.7% era de propiedad mixta.
Las empresas que se dedicaban a la actividad de servicios representaron el 20.7% del total, seguida por las de confecciones y textiles, con el 19%. Las dedicadas a la manufactura de tabaco y derivados conformaban un 10.6%, las agroindustrias un 8.6% y las dedicadas a comercialización 8.4%.
Para el año pasado el 50.7% se concentraban en la región Norte; un 22.7% en el Distrito Nacional y Santo Domingo; un 17.3% en la región Sur y el 9.3% en el Este.
El 76.0% de los parques en operación era propiedad del sector privado, el 20.0% corresponde al sector público y el 4.0% operaba bajo el modelo de administración mixta.
Las empresas que ofrecen servicios representan el 22.9% del total de las actividades productivas de las empresas que operan en las zonas francas; seguida por las compañías confecciones y textiles con el 14.8%, las de manufactura de tabaco y derivados, ocupan el tercer lugar, con el 12.7%; las de productos agroindustriales representan el 7.6%; las dedicadas a la comercialización, el 7.6%; productos médicos y farmacéuticos, el 4.9%; calzados y sus componentes, el 3.5%.
Exportaciones
Entre 2012 y 2019 el monto de las exportaciones registró un incremento absoluto de US$1,344.6 millones (un 27.3%), al pasar de US$4,918.9 millones a US$6,263.5 millones, según datos del CNZFE.
La directora del CNZFE entiende que esa cifra pone en evidencia la preponderancia que continúa teniendo el sector zonas francas, ya que representan el 56% de las exportaciones totales del país.
Aseguró que el sector zonas francas ha coloca a República Dominicana en los primeros lugares en cuanto a capacidad productiva y calidad de sus productos se refiere, ya que permite desarrollar y posicionar la marca país de los productos “Made in RD”.
“Las zonas francas han permitido posicionar a nuestro país como primer exportador mundial de cigarros; segundo exportador de interruptores eléctricos (breakers) a Estados Unidos; tercer exportador de instrumentos médicos de América Latina y cuarto proveedor de los Estados Unidos”, dice Fernández.
“Además, somos el segundo país latinoamericano exportador de velas y velones; segundo exportador de trajes de fibras sintéticas hacia Estados Unidos y el tercer exportador de calzados a Latinoamérica y el noveno hacia Estados Unidos”, puntualizó.
Fernández explicó que el sector ha registrado un extraordinario proceso de diversificación productiva, el cual ha permitido incrementar la estructura exportadora.
Resaltó que, respecto de la inversión total acumulada de las empresas de zonas francas, registraron un crecimiento absoluto de US$2,002.4 millones (un 63.8%), al pasar de US$3,133.9 millones en 2012 a US$5,136.3 millones en 2019.
“El origen de la inversión se diversificó notablemente, con el establecimiento de empresas procedentes de China, Alemania, Suecia, Corea del Sur, Taiwán, Brasil, México, entre países que tenían baja presencia en el sector”, dijo.
“En efecto, la inversión procedente de países diferentes de Estados Unidos y República Dominicana incrementó su participación de un 24% en 2012 a un 45% en 2019”, añadió.
Destacó que el aporte económico por parte de las zonas francas de exportación, a través de los gastos locales, como compras de bienes y servicios, salarios y seguridad social, tuvo un crecimiento absoluto de RD$382.4 millones (un 29.4%), al pasar de US$1,298.2 millones en 2012 a RD$1,680.6 millones el año pasado.
De acuerdo al CNZFE, durante 2019 las empresas de zonas francas pagaron RD$4,897 millones por concepto de energía eléctrica y RD$7,804 millones a la Tesorería de la Seguridad Social (TSS).
Al Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) pagaron RD$470 millones y RD$856 millones a las telefónicas por concepto de telecomunicación.