Turquía y Siriacontinúan devastadas tras el masivo terremoto, que deja hasta el momentomás de 28.000 muertosmientras la comunidad internacional continúa con sus esfuerzos de ayuda y equipos de rescate realizan un esfuerzo final para seguir encontrando supervivientes, cinco días después de los seísmos.
De acuerdo con el último balance oficial de este sábado proporcionado por el vicepresidente turco, Fuat Oktay,al menos 24.617 personas han muerto solo en Turquía, donde la cifra de heridos es de 80.278 personas. En la vecinaSiria se tiene constancia de 3.553 fallecidosy 5.276 heridos, para sumar untotal de 28.170 decesos.
El frío en la zona dificulta los rescatesy redobla el castigo sobre una población desesperada. Según la ONU, al menos870.000 personasprecisan urgentemente comida y, solo en Siria,5,3 millones de personasse quedaron sin casa.
La agencia turca para la gestión de desastres, AFAD, ha confirmado quemás de 90.000 personas han sido evacuadasde las diez provincias turcas afectadas por el terremoto y ahora mismo hay sobre el terreno más de 166.000 equipos de rescate y voluntarios, entre ellos unos 8.000 especialistas de rescate extranjeros.
“Cuando veo los edificios destruidos, los cadáveres, no es que no pueda ver dónde estaré en dos o tres años, es que no puedo imaginar dónde estaré mañana”, dijo con los ojos llenos de lágrimasFidan Turan, una pensionada de la ciudad turca de Antakya.
“Hemos perdido 60 miembros de nuestra familia”, explicó. “¡Sesenta! ¿Qué puedo decir? Es la voluntad de Dios”, agregó.
El Programa Mundial de Alimentos pidió77 millones de dólarespara aportar raciones de comida a al menos590.000 personas desplazadasa causa del terremoto en Turquía y 284.000 en Siria.
Laoficina de Derechos Humanos de la ONUurgió este viernes a todas las partes en la zona afectada, donde operan militantes kurdos y rebeldes sirios, a permitir el acceso humanitario.
ElPartido de los Trabajadores del Kurdistán, consideradogrupo terroristapor Ankara y sus aliados occidentales, anunció que suspendía su lucha armada para contribuir a los trabajos de recuperación.
Y en Siria el gobierno anunció que autorizará el suministro deayuda internacionala las zonas controladas por los rebeldes en el noroeste del país, castigado por el sismo.
La oficina de Derechos Humanos de la ONU urgió este viernes a todas las partes en la zona afectada, donde operan militantes kurdos y rebeldes sirios, a permitir el acceso humanitario. (REUTERS)
Hasta ahora, solodos camiones humanitarioshabían cruzado esta semana desde Turquía a esta área rebelde donde viven cuatro millones de personas.
LaONUsolicitó unalto el fuego inmediatoen el país y la apertura de más puntos de paso para la ayuda humanitaria, que ahora mismo solo puede transitar por el puesto fronterizo deBab al Hawa.
ElConsejo de Seguridaddebe reunirse para discutir la situación en Siria, posiblemente a principios de la próxima semana.
La diplomacia turca afirmó que está trabajando para abrir otros dos puntos de paso “con las regiones bajo el control del gobierno” sirio, “por razones humanitarias”.
Por miedo a volver a sus casas o porque estas han desaparecido,miles de personas duermen en tiendas de campaña o en sus carrosy se reúnen junto a hogueras para calentarse en medio de unas temperaturas glaciales.
Aunque los equipos de rescate siguen sacando a personas vivas de entre los escombros, entre ellos varios niños y una mujer embarazada de seis meses el viernes,los balances no dejan de crecer.
Después de cinco días del sismo, el más mortífero desde 1939 en la región, la conmoción inicial deja paso en Turquía a la rabia y el enfado por la respuesta del gobierno y la baja calidad de las construcciones.
Las autoridades cifran en12.141 los edificios destruidos o gravemente dañados.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado grupo terrorista por Ankara y sus aliados occidentales, anunció que suspendía su lucha armada para contribuir a los trabajos de recuperación. (AP)
“Los pisos se apilan unos encima de otros”, dijo el profesor de la Universidad Bogazici de Estambul, que lo atribuye a la mala calidad del hormigón y las columnas de acero.
La policía detuvo el viernes en el aeropuerto de Estambul a un promotor inmobiliario que trataba de huir del país después del colapso de una de sus residencias de lujo que construyó.
Ante las críticas por la gestión del gobierno,el presidente turco Recep Tayyip Erdogan entonó una suerte de mea culpa el viernes.
“Hubo tantos edificios dañados que desafortunadamente no pudimos acelerar nuestras intervenciones como hubiéramos querido”, afirmó durante una visita a Adiyaman.
Entre las múltiples tragedias del movimiento telúrico, una implica a un grupo de 24 niños chipriotas de entre 11 y 14 años que estaban en Turquía para un torneo de voleibol cuando el terremoto engulló su hotel.
Los medios turcos aseguran que 19 personas del grupo, que incluía además a 15 adultos, se confirmaron muertas. Diez de los cuerpos ya fueron repatriados a sus casas en el norte de Chipre.
(Con información de AFP)