Gobierno colombiano afirma que el secuestro del padre de Luis Díaz pone en crisis los diálogos con el ELN
La delegación del Gobierno colombiano que participa de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) estima que el secuestro del padre del futbolista Luis Díaz, por parte del grupo insurgente, ha sumido los intercambios «en una situación crítica».
En un comunicado difundido por la oficina del Alto Comisionado para la Paz, se admite que si bien «el proceso actual del ELN ha avanzado como ningún otro hasta hoy», el plagio del señor Luis Manuel Díaz impone que en el esquema se tomen «decisiones que eliminen el secuestro» como práctica admisible para conseguir recursos, una demanda en la que han insistido desde que iniciaron las conversaciones.
«El ELN ha justificado este método argumentando que es parte de su financiación.
Es insostenible argumentar, desde el punto de vista ético, que comerciar con seres humanos es lícito, aun bajo las condiciones de un conflicto armado», se lee en el documento, en el que también se advierte que la discusión sobre las formas de financiamiento del grupo deberán postergarse hasta tanto no se haya concretado «su incorporación política».
Sobre esto, la representación del Ejecutivo adelantó que «exige desde ya» –y lo reiterará en la próxima reunión con los delegados de la guerrilla– «que cada una de las personas que esta organización tiene en cautiverio sea liberada en condiciones de seguridad y dignidad de manera inmediata».
Eliminar el secuestro
En nombre del partido Comunes, que agrupa a antiguos miembros de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el senador Julián Gallo celebró la liberación de Díaz padre y exhortó a la mesa de negociaciones a proscribir definitivamente el secuestro.
«Consideramos que esta liberación y la crisis que se generó a partir de su secuestro, debe ser una oportunidad para que en la mesa de diálogos con el ELN se tomen decisiones definitivas respecto a la práctica del secuestro», sostuvo Gallo en declaraciones publicadas en su cuenta de X.
Gallo aseguró que «no es posible continuar adelante con estos procesos de diálogo, en medio de ese tipo de hechos», en tanto las conversaciones de paz requieren de «apoyo en la opinión pública».
«Lo que sucedió demuestra que [se] le causa enorme daño a una mesa de diálogo con este tipo de prácticas», añadió.