Encuentran el Santo Grial de ‘Shrek’: la primera terrible prueba de CGI a ritmo de ‘I feel good’
Puede que ninguna película se haya beneficiado tanto de la existencia de Internet tanto como ‘Shrek’. La paulatina conversión en meme del clásico de 1998 ha hecho que siempre sea la opción por defecto para hacer reír a la gente. La «shrekificación» de Internet es un efecto aparentemente incomprensible y más que digno de estudio, que, a su vez, ha llevado a que se busque activamente cualquier pequeña pieza que de contexto a la cinta. Es, más que un entretenimiento, una obsesión. Una excavación arqueológica de bits y páginas caídas por el tiempo que, finalmente, ha dado sus frutos.
Y ahora qué
Chris Farley había grabado entre el 85 y el 95 por ciento de sus diálogos, y nadie en DreamWorks sabía cómo actuar a continuación: ¿Debían sustituirle por un imitador? ¿Por su hermano John, cuya voz es casi idéntica? Solo faltaban cinco días de grabación, pero John, que quería completar la película para homenajearle, finalmente no tuvo fuerzas para hacerlo. Así fue Mike Myers, compañero de Farley en el ‘Saturday Night Live’ a inicios de los 90, el que tomó las riendas de la cinta.
Por aquel entonces ya se habían hecho pruebas con un primitivo CGI en una producción que acabó siendo una absoluta pesadilla, con cientos de estilos artísticos y diseños distintos. Y todos creímos que estos tests acabaron perdidos en un disco duro o en las entrañas de Internet, pero ahora ha resurgido una prueba de 1995, con la voz de Farley, al ritmo de ‘I feel good’, de James Brown, que no había esperanzas de recuperar pero llevaba todo este tiempo reposando en el Vimeo de uno de los animadores de aquella época. Es una experiencia tan curiosa como absolutamente terrorífica que os recomiendo ver para comprobar cómo pudo haber sido una de las películas.
Hoy queda como una pieza de la historia que no fue, con un diseño espantoso (más fiel al del libro original, eso sí) y una animación que no conseguía enfrentarse cara a cara con Pixar, en un ensayo y error típico del 3D de mediados de los 90. Nadie sabía cómo funcionaba exactamente y todo el mundo estaba, simplemente, jugando con ella. Se necesitaban horas y horas para renderizar cada minuto de película, no era fácil saber cómo mejorar y, si la película salía bien, era poco menos que un milagro.
Al final, ‘Shrek’ acabó ganando el primer Óscar a mejor película de animación, venciendo a ‘Monstruos S.A’ y ‘Jimmy Neutrón’, recaudó 491 millones frente a los 60 de su presupuesto y dio lugar a una saga con tres secuelas (de momento), un spin-off de El Gato con Botas, varias atracciones en diferentes parques, dos especiales -de Navidad y Halloween-, una serie de televisión del Gato (que tuvo su propio especial interactivo), un musical, decenas de videojuegos y el retorno a primera plana de la entonces ya olvidada ‘All Star’, de Smash Mouth. Nada mal para una película que empezó con este minuto de CGI absolutamente deleznable.