Las autoridades de Japón detuvieron a un hombre buscado desde hace casi 50 años por su presunta participación en una serie de atentados en Tokio en la década de 1970.
Las fuerzas del orden, citadas por medios locales, sospechan que el sujeto, hallado en un hospital de la prefectura de Kanagawa, es Satoshi Kirishima, de 70 años, un ex miembro del grupo de extrema izquierda Frente Armado Antijaponés de Asia Oriental.
Según los reportes, el hombre, que ingresó al centro médico con otra identidad, padece un cáncer terminal y, mientras recibía el tratamiento, confesó que era perseguido por la justicia.
La organización militante a la que pertenecía el individuo orquestó ataques con bombas contra gigantes corporativos entre 1974 y 1975.
Una explosión en el edificio de Mitsubishi Heavy Industries, el 30 de agosto de 1974, mató a ocho personas e hirió a otras 380.
Kirishima es uno de los hombres más buscados del país desde hace décadas.
La Policía lo acusa de violar «las normas penales para el control de explosivos» y por «atentados en serie contra empresas».
En concreto, aseguran que ayudó a colocar una bomba casera que destruyó partes de un edificio en el distrito de Ginza de Tokio en abril de 1975.