Alerta roja en once provincias por aguaceros intensos, con 1,522 personas desplazadas y desbordamiento de ríos.
SANTO DOMINGO.- El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) elevó la alerta roja a 11 provincias debido a los impactos indirectos de un disturbio tropical que ha ocasionado lluvias intensas y prolongadas en todo el territorio nacional. Juan Sala, el director general de la Defensa Civil, informó que hasta el momento 1.522 personas han tenido que abandonar sus hogares.
Las provincias afectadas son Pedernales, Barahona, San José de Ocoa, Independencia, San Cristóbal, Sánchez Ramírez, San Juan, Azua, Bahoruco, Elías Piñas y Peravia.
En alerta amarilla se encuentran Santo Domingo, Distrito Nacional, Dajabón, La Vega, María Trinidad Sánchez, Hato Mayor, San Pedro de Macorís, Monseñor Nouel, Espaillat, Monte Plata, Samaná, El Seibo, La Romana y Duarte. Asimismo, las provincias en alerta verde son Hermanas Mirabal, Santiago Rodríguez, Puerto Plata, Santiago y La Altagracia.
Según el informe del COE, en Azua, el desbordamiento del Arroyo Los Indios en Padre las Casas afectó a 5 viviendas, una de las cuales colapsó completamente, obligando a 12 personas a buscar refugio en casas de familiares y amigos. En Sánchez Ramírez, las fuertes lluvias inundaron 7 viviendas y arrastraron una camioneta de la Universidad UTECO por el Río Capacho.
Afortunadamente, el conductor pudo salir, aunque sufrió algunos golpes y fue atendido por el 911, siendo posteriormente trasladado al Centro Médico Guadalupe. En Duarte, específicamente en el barrio Carmen de Castillo, 21 casas están parcialmente inundadas. En San José de Ocoa, el colapso del puente 16 de agosto en Sabana Larga dejó a una persona desaparecida, y hasta el momento, no se ha logrado acceder al río.
Los niveles de alerta establecidos por el COE son los siguientes: alerta roja, que indica una alta probabilidad de impacto en una zona con efectos que causan daños a personas, bienes, carreteras e infraestructuras; alerta amarilla, que se declara cuando hay una tendencia ascendente en el desarrollo del evento que implica situaciones inminentes de riesgo y emergencias severas; y alerta verde, que se proclama cuando las expectativas de un fenómeno sugieren la posibilidad de un evento peligroso para la población, ya sea de manera parcial o total.