Abatidos 40 supuestos terroristas en Egipto tras el atentado en un autobús turístico junto a las pirámides
Las fuerzas de seguridad de Egiptohan efectuado redadas este sábado en El Cairo y en el norte del Sinaí abatiendo a 40 presuntos terroristas, en operaciones en varios puntos del país tras atentado contra un autobús de turistas en El Cairo que este viernes causó la muerte a al menos tres turistas vietnamitas y a su guía.
Según un comunicado del Ministerio del Interior, 30 militantes han muerto en un tiroteo en el oeste de El Cairo mientras que otros 10 han perdido la vida enAl Arish, la capital del norte del Sinaí, cuartel general de la rama local del autodenominadoEstado Islámico(IS, en sus siglas en inglés).
Según las autoridades, los terroristas «estaban planeando una serie de operaciones hostiles contra instituciones del Estado, lugares turísticos e iglesias». No obstante,el Ministerio del Interior no ha vinculado las redadas directamente con el ataqueal autobús turístico en las inmediaciones de las pirámides de Giza. El país árabe se halla en estado de emergencia desde abril de 2017 tras una cadena de atentados contra iglesias reivindicado por el IS enAlejandríay el delta delNilo.
Junto al comunicado, las autoridades han distribuido a la prensa acreditada en El Cairo hasta31 imágenesde los supuestos terroristas abatidos en los que aparecen empuñando pistolas y kalashnikov.
Entre los 30 militantes abatidos en la capital y sus alrededores, 14 han sido liquidados enSeis de Octubre, una ciudad satélite de El Cairo, y otros 16 en la carretera deAl WahatalBaharia, cerca de la provincia de Giza.
Las fuerzas de seguridad han requisado, además,grandes cantidades de munición, armas de fuego y artefactos explosivos improvisadosen los escondites de los supuestos terroristas. Según el Ministerio del Interior, las redadas son «una continuación de los esfuerzos de perseguir a los elementos terroristas implicados en la ejecución de operaciones hostiles que buscan desestabilizar la seguridad del país».
El autobús se dirigía al espectáculoLuz y Sonidoque se celebra diariamente en la necrópolis deGiza, a los pies de laGran Esfinge. «Íbamos al espectáculo de luz y sonido y, de repente, escuchamos una explosión. Fue terrible. La gente gritaba», ha detallado a ReutersLan Le, de 41 años y uno de los turistas que resultó ileso. «No recuerdo nada más después».
El autobús cambió su ruta
Con la investigación recién iniciada, las autoridades aseguraron el viernes queel autobús tomó un itinerario diferente al asignado por el departamento de seguridadde la policía.
El primer ministroMustafa Madbuli, que visitó a los heridos, explicó por la noche que «todos los viajes turísticos y sus rutas son protegidos por el ministerio del interior» pero que el autobús en el que viajaban a los vietnamitas cambió su ruta sin notificarlo previamente a los agentes. «Quiero subrayar que después del incidente, todos los cuerpos del Estado se movieron rápidamente para ayudar a proteger a los turistas y ofrecerle el cuidado necesario», agregó elpremier.
El suceso, que aún no ha sido reivindicado por ninguna organización terrorista, se produjo en una zona especialmente blindada de la capital egipcia, en los alrededores de lanecrópolis de Giza, uno de los recintos monumentales incluidos en los itinerarios de los visitantes a la megalópolis cairota.
En diciembre de 2016 seis policías perdieron la vida y otros tres resultaron heridos al estallar un artefacto explosivo colocado en una papelera en un puesto de control cerca de las pirámides. En febrero 2014 un suicida se inmoló en la puerta de un autobús enTaba, el sur delSinaí, cobrándose la vida de tres surcoreanos y el conductor, de nacionalidad egipcia. El vehículo se dirigía al paso fronterizo de Taba con destino aIsrael. La destrucción fue tal que durante las horas siguientes las cifras de fallecidos proporcionadas por las autoridades bailaron continuamente.
Los ataques contra fuerzas de seguridad egipcias se han vuelto habituales desde el golpe de Estado que en 2013 desalojó del poder al islamistaMohamed Mursi. Ha sido especialmente activa desde entonces la filial local del autodenominado Estado Islámico, con su principal cuartel en el norte de la península del Sinaí, pero con acciones en las provincias del delta del Nilo, los alrededores de la capital egipcia y la provincia de Minya, donde perpetró a principios del pasado noviembre un atentado contra un autobús de peregrinos coptos que segó siete vidas.